Alba García: velocidad y coordinación en GO fit ATHLETICS

La velocista y saltadora Alba García Falagán (Alcalá de Henares, 2002) es una de las últimas incorporaciones a las filas de GO fit ATHLETICS para un año lleno de grandes campeonatos y con los Juegos Olímpicos en el horizonte. Con los diecinueve años recién cumplidos Alba forma un tándem de éxito con Jonathan Orozco y tiene unos objetivos al más alto nivel en su primer año en el equipo: ir al europeo de atletismo paralímpico y, como broche de oro, defender la equipación nacional en los Juegos de Tokio.

«Estar es una responsabilidad, estás representando a tu país. Pero es fruto del trabajo que has hecho, y te tienes que sentir orgulloso, es una competición donde no llega todo el mundo», explica Alba, que forma parte de una preselección que ni mucho menos le asegura el billete a la capital de Japón este verano. El retraso de un año en la cita paralímpica provocada por el COVID-19 ha permitido que lo que parecía una cita demasiado temprana para ella pueda ser una realidad. 

«Tokio sería vivir la experiencia, disfrutarlo, sobre todo disfrutarlo. Si somos capaces de quitarnos la presión y disfrutarlo estoy seguro de que Alba puede lograr lo que quiera», completa Jonathan. «Lo importante es llegar, que no las tenemos todas con nosotros, tal y como ha ido el año», bromea Alba. 

Alba García y Jonathan Orozco entrenando en la pista de Alcalá de Henares - GO fit ATHLETICS
Alba García y Jonathan Orozco entrenando en la pista de Alcalá de Henares – Sportmedia.es

Marcas personales 

Lo cierto es que, en lo estrictamente deportivo, no ha sido un mal comienzo de año para la campeona mundial sub20 de 100 metros lisos. En sus dos carreras de 60 metros lisos en Madrid con la camiseta de GO fit ATHLETICS ha rebajado su marca hasta los 8.33 segundos, aunque también compite con éxito en los 200 metros y el salto de longitud y, por el momento, no se decide. «La velocidad cortea me gusta mucho y el salto, es que es precioso, sobre todo a nivel de ciegos. La confianza que tienes que depositar en una persona es… muy mágico. Cuando corres estás atado a alguien, pero cuando estás saltando dependes de esa persona y de que te indique bien. Es complejo». 

Alba, que empezó con el atletismo «a los once años y que compagina el deporte con sus estudios de fisioterapia, tiene una discapacidad visual y eso convierte sus entrenamientos y competiciones en un festival de la coordinación entre ella y Jonathan. Eso, explican, también se entrena. «Al final es mucha comunicación. A la hora de saltar yo he sido la que le ha enseñado a él la llamada para que él sea capaz de transmitirme lo que quiere que yo haga o hacia donde quiere que yo vaya», explica sobre el salto de longitud. «En la carrera igual, corremos como si fuésemos simétricos, si yo salgo con mi pie izquierdo adelantado él saldrá con el derecho y eso solo tiene practicar y practicar y comunicación». 

Alba García y Jonathan Orozco durante una serie - GO fit ATHLETICS
Alba García y Jonathan Orozco durante una serie – Sportmedia.es

Correr… y gritar

Si Alba salta longitud, necesita que Jonathan le indique a gritos cómo va su aproximación a la tabla y si ya está en zona de salto. Si corren un 200, le tiene que indicar si viene la curva. «A mi me tienes que decir salimos de la curva, entramos en recta, te queda tanto…». Incluso cuándo toca meter cabeza en los cuadros para arañar las centésimas tan valiosas para los velocistas. «Cuando llegamos a la línea de meta decir «¡Tírate, estás en la meta, mete cabeza!» o incluso «venga, corre, vamos, aguanta y no te mueras», explican. 

Los dos son tajantes a la hora de explicar que el entrenamiento de una persona con discapacidad visual está adaptado pero no se diferencia deportivamente de ningún otro entrenamiento. «A nivel de exigencia, diferencia ninguna. Entreno mis cuatro, cinco o seis días semanales y hay competiciones y la intensidad es la misma. Lo que pasa es que yo tengo ciertas adaptaciones», explica Alba.

Lo mismo que piensa Jonathan, atleta máster que también compite en velocidad y longitud. «No hay absolutamente ninguna diferencia. Ella entrena exactamente igual, con la misma intensidad, con la diferencia de que no somos uno, somos dos, pero tenemos que entrenar como si fuésemos una persona». Conseguir esa coordinación, explica, lleva «muchísimo trabajo» pero «todo lo que hagamos es al mismo nivel que cualquier atleta de élite».

El deporte paralímpico, «muy escondido»

La selección española paralímpica para los Juegos de Río de Janeir0 en 2016 estuvo compuesta por un total de 127 atletas, una treintena de ellos para competir en atletismo. Para Alba, el deporte paralímpico no tiene la atención que se merece: «En absoluto. Está el deporte masculino, el deporte femenino y allí detrás el deporte paralímpico«. La situación no mejora en otros países pero «eso no quiere decir que España sea de lo mejor, no está nada visibilizado y al final no dejamos de ser atletas que entrenamos exactamente igual que otra persona con las mismas exigencias y llegamos muy lejos y no se reconoce, está muy escondido».

Eso a pesar de lo que transmite el ver y experimentar el trabajo de Alba. «Cuando yo empecé a trabajar con Alba… es increíble cómo una persona es capaz desde el día uno a confiar… ahora suena así, ciegamente, en ti (risas)», explica Jonathan. «El poder que tienen de sacrificio y adaptarse a las circunstancias es increíble. No hacemos más que quejarnos: pues ellos, con las dificultades que tienen, de todo ven una oportunidad. Cada problema hay que convertirlo en una oportunidad para seguir avanzando y mejorando. Yo por suerte he caído al lado de Alba y cada día aprendo algo nuevo».

Alba García y Jonathan Orozco posando en la pista de Alcalá de Henares - GO fit ATHLETICS
Alba García y Jonathan Orozco posando en la pista de Alcalá de Henares – Sportmedia.es

Una temporada distinta

El deporte paralímpico no goza de la atención que merece, pero dentro de la pista Alba también es una más, y de las rápidas. «Cuando he competido entiendo que es algo muy llamativo, sobre todo de cara al público. Llama la atención, pero reconocen tu esfuerzo. Ellos son atletas y saben lo que cuesta entrenar, el sacrificio que supone y valoran el esfuerzo que tu estas haciendo igual que lo hacen ellos», explica.

Con un comienzo impecable en su primera temporada con GO fit ATHLETICS, Alba espera de su primer año en el club «seguir mejorando seguir mejorando las marcas acompañada de ellos, que al ser un club más grande siempre la visibilidad va a ser un poco mayor y las oportunidades también».

La pandemia mundial del COVID-19 también ha condicionado sus entrenamientos y su preparación. «Tuvimos que cambiar nuestro sitio de entrenamiento», pasando de una zona confinada de Madrid a Alcalá de Henares. «Desde el ayuntamiento nos facilitaron la pista de atletismo y un gimnasio», pasando a entrenar también en las instalaciones de GO fit en la ciudad complutense. «En general hemos podido adaptarnos y nos han dado todas las facilidades habidas y por haber», explica.